España al borde de la catástrofe, paro insoportable, ¿existe alguna solución?

La cuestión es que cuando Zapatero entro en La Moncloa había más de tres millones de parados menos que ahora, las personas no pasaban en el paro más de 6 meses y incluso te podías permitir el lujo de rechazar un trabajo por que no te gustaba, no te caía bien el lugar, o simplemente por que te pagaban menos de lo que se consideraba razonable.
 
Esto siguió así un tiempo, mientras la bonanza corría por nuestros bolsillos, los bolsillos de los banqueros, por supuesto los de los políticos, y también a muchos ciudadanos nos iba la cosa bastante bien. Por supuesto, a todos no nos iba igual de bien, pero bueno, cosas así siempre ocurren.
 
La cuestión es que Mariano Rajoy no paraba de decirle a Zapatero, “la economía esta funcionando por inercia”. Él por supuesto, decía que funcionaba por que estaba haciendo bien las cosas.
 
Cuando los bancos empezaron a darse cuenta que muchos de los créditos que habían concedido no se estaban pagando como se debía, entraron en alarma, trataron de revisar que tipo de deuda que tenían, y se encontraron con que no tenían ni idea de si su propia deuda era buena o mala. Entraron en pánico, y ya no daban ni una cutre tarjeta de crédito de 500 euros sin mirar al solicitante con microscopio, de la lupa ya de habían desprendido poco antes.
 
No hace falta recordar lo que ocurrió después, pero no puedo dejar de recordar a esas miles de familias que lo perdieron todo por no poder enfrentarse a los pagos de sus créditos personales o hipotecas.
 
No obstante, el gobierno del señor Zapatero no paraba de decir primero que no había crisis, segundo que no llegaría a España, tercero que era una crisis pasajera, cuarto que se trataba de una desaceleración, quinto, una desaceleración profunda pero poco duradera, etc. No quiero llenar la pagina con las excusas del señor Zapatero.
 
La cuestión es que se equivoco en todo, y como todo eran errores, tomaba decisiones en función de sus pronósticos. De esta manera no tuvo otra idea que dilapidar las arcas públicas con ayudas a unos y a otros.
 
Por lo demás, tenía muy contentos a sus amigotes sindicalistas. El paro no paraba de aumentar, pero los simpáticos de los sindicalistas todo el santo día con el “ere que ere” de “los derechos de los trabajadores”. Ni se enteraban que cada día había menos trabajadores y más parados. Continuaban con su rollito de “la importancia de la formación” y que esa, la formación, era la única vía para conseguir empleo, del sexo oral ni palabra, aunque era lo único que funcionaba si esperabas que un sindicato te diera trabajo.
 
Pero como los sindicatos vivían su “super-agosto” pues nada, a “coger del bote” y que el gobierno siguiese justificando los desastres de la economía española por la situación económica exterior. Los sindicalistas por los parados solo han hecho una cosa, ignorarlos.
 
Pero la cosa no se queda aquí, también le ha faltado a nuestro “idolatrado presidente Zapatero” unas nociones básicas de economía. Y la cosa es elemental, no hace falta estudiar ciencias económicas en Harvard para conocer lo elemental de la economía.
 
Nuestro interés es nuestro país, España, o si lo preferimos la Unión Europea, pero veamos como llegan los problemas del bolsillo del ciudadano al Banco Central Europeo.
 
Cuando alguien se queda sin trabajo y no pude pagar sus deudas como lo venia haciendo, primero empieza a solicitar tarjetas de crédito, cuando se le terminan, por que se terminan si los tiempos no cambian, empiezas a recortar en todo lo que no es imprescindible, si no es suficiente, le pides a tus familiares o personas de confianza más cercanas, pequeños prestamos para ir saliendo del bache mientras llega el nuevo empleo. Cuando el empleo no llega nunca, y el banco ya hace tiempo que perdió la confianza en la capacidad de pago de su cliente, tiras la toalla, el banco te embarga, y si tienes suerte, solo te dejan sin casa, no te queda más deuda pendiente, como lamentablemente le ha ocurrido a miles de personas en nuestro país.
 
Pues con todo esto, que se sabia que estaba ocurriendo, el gobierno prefirió ignorarlo, se dedico a “una ayudita por aquí y otra por allá” para que la gente se siguiera endeudando más y más, si es cierto, tardaron un poquitín más en ser embargados, pero el final era inevitable. Y mientras tanto ocurría otra cosa peor aún.
 
Con todo esto, ni se enteraba que el siguiente que estaba arruinándose era el propio estado, y cuando varios estados se arruinan dentro de una unión económica como es la Unión Europea, es la unión la arruinada. Y no se, pero aún sin ser un “experto economista” tengo la idea de que un estado arruinado, como que no puede hacer mucho por sus ciudadanos.
 
Pero, ¿cual es la solución a este negro panorama? Lo primero, es hacer justo con contrario que ha hecho el calamidad de Zapatero y sus amigos sindicalistas.
 
Aparte de mencionar que Zapatero por fin ha sido enviado a los libros de la historia negra de España, y que los sindicalistas son unos necios a los que habrá que torear para que monten el menor número de manifestaciones posibles, el desarrollo económico puede venir de la mano de las siguientes estrategias:
 
1) Sobre las ayudas, mantener solo las que sean innegables.
 
2) Sobre los impuestos, mantenerlos tan altos como sea posible sin que esto merme la capacidad de crecimiento económico. Si esto no es posible, solo cabe endeudarse más, o morir, claro.
 
3) Sobre el empleo, exenciones de impuestos para nuevas contrataciones, no apoyo económico en forma de subvenciones.
 
4) Sobre las subvenciones, eliminarlas en todo lo que sea posible, la nueva forma de subvencionar a las empresas será en forma de reducción de impuestos. Esto hará que las inversiones sean mejor planificadas hacia la obtención de beneficios, no hacia la concesión de una subvención.
 
Otras acciones, también de la máxima importancia, pero de índole más burocrático son:
 
1) Reforma del mercado laboral. El actual mercado laboral, si acaso es bueno para alguien, lo es para los sindicatos y para los empleados indefinidos de las administraciones públicas.
 
2) Analizar que hacen los sindicatos en función de los recursos de que disponen, y actuar en consecuencia.
 
3) Eliminación del modelo de “concurso oposición” que tenemos hoy como forma de acceso a la administración publica. Es absurdo que un titulado superior (y no solo este) se pase meses o años memorizando unos temarios solo útiles para aprobar el examen que le conducirá a la obtención de la plaza.
 
La situación de desempleo de España esta ya alcanzando un punto peligrosísimo. Una persona no puede pasar años y años en el paro solo pendiente de que por algún criterio arbitrario o por que “hace amigos” logre un empleo.
 
La mayor indecencia de los sindicatos es no obligar a las administraciones a que los parados de mayor antigüedad tengan mayor preferencia en su selección de para en el nuevo empleo. La mayor necedad cometida por los sindicatos es permitir que una persona pueda estar más de dos (un año ya me parece abusivo, pero bueno) años en desempleo. Si no hay empleo, que lo paguen ellos, que perciben todos los años muchos miles de millones de euros de las administraciones publicas.
 
Como dice la propia Unión Europea, la situación de paro en España es insostenible, solo presagia catástrofes. Más le vale al nuevo gobierno actuar de manera efectiva, olvidando los discursos populistas vacíos de soluciones a los gravísimos problemas a los que nos enfrentamos.