Cuando viviamos por encima de nuestras necesidades.

Cada vez que habla Santiago Niño Becerra me pregunto por que Rajoy no lo ha puesto como responsable de economía. No es que yo tenga nada que objetar a De Guindos, pero las afirmaciones de Niño Becerra, caen “de cajón”.

 

Yo veía, sobre todo desde el año 2004 que la gente no paraba de comprar, y compraban de todo, desde mobiliario, pasando por vacaciones y llegando a coche y nuevas viviendas. Tampoco faltaban las cañitas al medio día, la copita por las noches y las comidas y cenas en los restaurantes todos los fines de semana, los había incluso que tenian reservada “su mesa”, y todo eso con un contrato temporal en la construcción. Pero, ¿cómo es posible?

 

Bueno, la cuestión es que en una ocasión tomando una cerveza (sobre el verano de 2005) con un tipo al que no conocía demasiado, por poco acabo con un ojo morado, y todo por preguntar: “con un trabajo con el tuyo, ¿como te puedes permitir eso?”. No se tomo bien mi pregunta, lo tomo como si yo menospreciara su trabajo, o considerase que el no se lo merecía por ser un “currante”. Lo mismo lo hice en mal tono. En fin, como fuese, el no paraba de decirme que se había comprado un piso, un terreno para hacer un chalet con piscina y un BMW. Según decía había llegado a ganar 4.500 euros en un mes, pero lo más increíble es como, poniendo ladrillos. Bueno, eso en Madrid, pues vale, pero en Badajoz, me resulto subrealista. Además, según decía el no era el único, según decía su jefe era “cojonudo”.

 

Hace años que no veo a ese tipo, lo que es más, si lo tuviese ahora delante, no se si lo reconocería. Y ahora me ha dado por acordarme de él. Y diréis, ¿y por que te acuerdas ahora de él? Bueno, es que, ojalá y me equivoque, pero de todo lo que compró, ¿qué tendrá hoy? Mi pensamiento me dice que no tendrá probablemente nada, bueno si, una hipoteca impagada con el banco.

 

Y es que es muy difícil pensar que ha podido pagar como mínimo más de 200.000 euros poniendo ladrillos, por que como todos sabemos, ese volumen de ingresos duro pocos años, y las hipotecas duran muchos.

 

Y ahora queda preguntarse, todo lo que compró, ¿cuánto vale hoy? Un BMW con seis o siete años, si costo nuevo 30.000 euros, mucha suerte debe tener alguien para que le paguen 10.000. Si el piso le costo 140.000 euros, hoy valdrá 100.000 con mucha suerte. La parcela para el chalet con piscina, si le costo 30.000 hoy no tendrá manera de venderla por más de 10.000. Es decir, los 200.000 euros de entonces se han convertido en unos 120.000 hoy, y además hoy es mucho más difícil conseguir 120.000 que antes 200.000.

 

Así tenemos que 80.000 euros le han volado a este señor, además de los intereses, juicios y psicólogos. Lo más probable es que este en el paro, y si no, estará cobrando sobre 1.000 euros con mucha suerte. 200.000 euros al 6% en 25 años supone 12 mensualidades de 1.288,60 euros, lo que lleva a una amortización total de nada menos que 386.580,84 euros. Una pasada. Supongamos que ha llegado a pagar 8 años completos entonces habrá pagado en primas 15.463,23 € de las que 5.412,63 € son de capital y 10.050,60 € son intereses. Aunque el banco en un “ataque de locura” le descontara todos los intereses tendría una deuda de nada menos que unos 184.600 euros de nada. Solo ver estos números me pone enfermo.

 

En resumen, y a lo que quería llegar, ¿cómo estos señores de los bancos no se les ocurrió pensar que esto era una soberana locura? Más aún, con los tíos listos que hay en el Banco de España, ¿no vieron que esto era imposible? Pero no solo esto, el caso de España es extrapolable a muchos países desarrollados.

 

El boom económico no fue más que un espejismo. De ese boom solo se han beneficiado los pocos que fueron cautos, que ganaron dinero, se lo guardaron y no se endeudaron. Todo lo que queda son propiedades devaluadas y cada día más deterioradas por el abandono y la falta de mantenimiento. Los coches, ya son viejos, valen poco o nada. Los muebles han ido a parar a rincones trasteros o se vendieron hace tiempo como artículos de segunda mano, y con suerte, por la cuarta parte de lo que costaron.

 

En definitiva, la riqueza se ha volatilizado, hemos despertado y vemos como los sueños de muchas personas, no fueron más que eso, ahora solo queda salir de la pesadilla.

 

Para colmo nuestro expresidente Zapatero creyó que la crisis era pasajera (para ser presidente no hace falta hacer oposiciones), y que la solución vendría sola. Para capear el temporal llevo a números rojos las arcas públicas, y cuando ya no tenía dinero el estado, vino la crisis de la deuda externa. Ya no es el vecino de enfrente, el del piso de al lado o el de arriba, ahora es el estado el que no puede pagar.

 

Con este panorama se me ocurren unas explicaciones, o los políticos estaban borrachos como cubas, o les importaban los ciudadanos un pimiento o sencillamente no tenían ni idea de que hacían. Pero yo creo que lo que realmente paso fue un poco de todo.